Su ropa es excesiva y peligrosamente adictiva. El oro fue el protagonista, así como el terciopelo, encajes, brocados de seda y telas impresionantes fusionadas. Corsés negros espectaculares, faldas polleras acompañadas de blusas fabulosas y los zapatos (ah, ellos) altos y exquisitamente elegantes, como debe ser. En la entrevista que le hice hace ya algún tiempo, él me dijo una definición que lo refleja: Belleza + Inteligencia = PODER. Y es cierto, la maldad le sienta bien. Inspírate.
Fotos: Carlos G. Vega Cumberland ( www.VegaFreeLance.com ) y Atelier
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